martes, 16 de noviembre de 2010

Infinita, eterna, etérea...

No oyes el tambor, no oyes el gemido,
mi corazón esperándote,
bebiendose la distancia.
Soy yo temblando,
en el éxtasis de encontrarte.
Aún no me he despertado, amor,
estoy embriagada de ti,
de tus palabras divinas,
sublimes palabras.
Estoy hipnotizada,
mesmerizada, resucitada,
me da terror el frenesí,
el éxtasis,
la locura de esta felicidad
infinita, eterna, etérea.
!No puedo estar en la tierra amor!
Estoy en ti, en tu sueño,
en el sueño de Dios,
Gracias, creador, no merezco este amor. ningún mortal merece tanto felicidad en la tierra.
Otros lloran su martirio, su condena,
y yo estoy embriagada de ti,
crucificada de palabras.
Estoy aquí, en el destierro de fascinación.
O siderado monte de tibieza.

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