domingo, 28 de noviembre de 2010

Algo que debía decirte...



-Tengo algo que decirte.
- Dime.
- Es difícil de explicar... imagina que todo lo que voy a decir ahora es mentira. No duermo con el móvil debajo de la almohada esperando que me llames ni esperando un mensaje. Que sepas que no sueño contigo todas las noches y que tampoco me entran unas ganas irrefrenables de besarte. Imagina... Que no te qu...
- Espera, yo tampoco te quiero.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Quiero apoyar mi cabeza...

Quiero apoyar mi cabeza
en tus manos, Señor.
Señor del humo, sombra,
quiero apoyar mi corazón.
Quiero llorar con mis ojos,
irme en llanto, Señor.

Débil, pequeña, frustrada,
cansada de amar, amor,
dame un golpe de aire,
tírame, corazón.

Sobre la brisa, en el alba,
cuando se despierte el sol,
derrámame como un llanto,
llórame como yo.

martes, 16 de noviembre de 2010

Infinita, eterna, etérea...

No oyes el tambor, no oyes el gemido,
mi corazón esperándote,
bebiendose la distancia.
Soy yo temblando,
en el éxtasis de encontrarte.
Aún no me he despertado, amor,
estoy embriagada de ti,
de tus palabras divinas,
sublimes palabras.
Estoy hipnotizada,
mesmerizada, resucitada,
me da terror el frenesí,
el éxtasis,
la locura de esta felicidad
infinita, eterna, etérea.
!No puedo estar en la tierra amor!
Estoy en ti, en tu sueño,
en el sueño de Dios,
Gracias, creador, no merezco este amor. ningún mortal merece tanto felicidad en la tierra.
Otros lloran su martirio, su condena,
y yo estoy embriagada de ti,
crucificada de palabras.
Estoy aquí, en el destierro de fascinación.
O siderado monte de tibieza.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Sangre, quedaría.

Si la sangre fuera como las piedras,
quedaría.

Sólo el rojo, el ardor,
sólo el dolor
de los hombres.

Y las heridas quedan abiertas
y supuran de injusticia.

Nadie las venga,
nadie les da justicia.

Pero en la quietud de la noche
caerá la lluvia.
Y lavará las manchas.
Los océanos de roja furia.

Mientras que el agua limpia las heridas,
nos repite una y otra vez.

¡Que somos frágiles!
Y somos débiles y efímeros, como la sangre.

La sangre baña la tierra
e inunda los océanos
y tiñe el cielo.

Es la sangre de los inocentes,
sacrificados y mutilados de espíritu.

Y yo quiero cubrirme con esa sangre
y beberla. Para no olvidar de quienes era.
Desvanecerme bajo la lluvia
que dice y repite.

Que somos frágiles, que somos tan frágiles.
Porque en nuestras venas
llevamos esa misma sangre.
Que no queda,
que se lava
y desaparece sólo con agua.